¿Cómo mejorar la piel del rostro? Rutinas y tratamientos
Pautas sobre cómo mejorar la piel del rostro a través de cuidados adecuados. Descubre el tratamiento facial que más te conviene
Mantener una piel del rostro radiante es una de las prioridades estéticas a día de hoy. Por ello, es vital conocer las pautas básicas sobre cómo mejorar la piel del rostro.
Rutinas más saludables o el uso de un tratamiento facial pueden ejercer un cambio revolucionario en la estética de tu piel
¿Qué factores afectan a la salud de la piel?
- Los rayos del sol
Esto convierte al tabaco en uno de los principales enemigos de nuestra piel. En su justa medida y con la protección adecuada, el sol supone un aporte de vitamina D. No obstante, una exposición prolongada a lo largo de nuestra vida provoca el envejecimiento prematuro del rostro. Exponerse al sol y los rayos UVA (que también adevtan a través de una ventana) sin protección tiene efectos tremendamente perjudiciales para nuestra piel. Nunca olvides darte protección total.
- Fumar
Arrugas prematuras, una piel más seca y quebradiza y con una coloración grisácea son algunos de los efectos que produce el tabaco en nuestro rostro.
- La contaminación
La exposición a micropartículas de ozono y dióxido de nitrógeno (en parte, las causantes de la polución) provoca un envejecimiento prematuro de la piel.
Así, pueden aparecer más manchas, arrugas e incluso erupciones, junto a deshidratación, que contribuye a dar a nuestro rostro un aspecto envejecido.
Si no puedes evitar la polución, asegúrate de limpiar tu rostro dos veces al día con productos específicos y adecuados a tu tipo de piel. Prueba con agua micelar o geles limpiadores.
- Una nutrición poco adecuada
La carne, la mantequilla, los lácteos, el azúcar o el alcohol provocan el envejecimiento temprano del rostro y la aparición de arrugas. Combátelo con una dieta variada que incluya verduras, legumbres y aceite de oliva, que suponen un gran aporte de vitaminas para la piel. Busca siempre alimentos ricos en antioxidantes, que incluyen moléculas capaces de combatir la oxidación de la piel.
- Dormir mal
Mientras dormimos, nuestro cuerpo lleva acabo su termoregulación y la secreción de hormonas como la melatonina y el cortisol, que afectan directamente a la piel.
Por ello, se ha comprobado que la falta de sueño crónica provoca arrugas, pérdida de grasa subcutánea y una piel más distendida.
- El estrés
Al padecer estrés o ansiedad prolongados, nuestro cuerpo libera (entre otras sustancias) cortisol. Esta hormona provoca la descomposición del colágeno y la elastina, encargadas de dar elasticidad a nuestro rostro.
Cambia tus rutinas y elige tu tratamiento facial adecuado
Eliminando estos elementos de tus rutinas y tu modo de vida, es posible que logres evitar sus efectos nocivos.
- El peeling químico consiste en una alteración controlada de la dermis, que permite mejorar en profundidad la piel del rostro, gracias a la cual se logra renovar la capa más superficial de la piel.
Mediante este tratamiento facial se obtiene un rostro más luminoso y se considera muy eficaz ante la aparición de las primeras arrugas y las manchas.
- La mesoterapia consiste en introducir en el rostro una serie de componentes homeopáticos (ácido hialurónico, antioxidantes, silicio o vitaminas para la piel, entre otros) a través de micro-inyecciones.
Funciona para eliminar manchas en la piel producidas por los rayos UVA, aportar luminosidad o hidratar el cutis de forma profunda.
- Los tratamientos con vitamina C suponen un importante aporte de antioxidantes para tu rostro.
De este modo, las vitaminas para la piel se ocupan de bloquear la acción nociva de los radicales libres y los rayos del sol, protegiendo nuestras células.
Además, este tratamiento facial también estimula la producción de colágeno, que es vital para conseguir una piel más radiante de un modo natural e inmediato.
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