Hero image
After
Before
${item.title}${item.text}

El triángulo de la juventud

¿Sabes lo que es el triángulo de la juventud y cómo mantenerlo?

El efecto lifting y la acción regeneradora de los hilos tensores permiten recuperar el triángulo de la juventud en tan solo media hora y sin pasar por quirófano

Qué es el triángulo de la juventud y cómo cambia con el tiempo


El triángulo de la juventud es un concepto de proporcionalidad estética que se refiere a la distribución de volúmenes propia de un rostro joven, de entre 25 y 40 años: los vértices se sitúan en los pómulos (elevados) y la barbilla (bien definida), y las mejillas son voluminosas. Por tanto, el triángulo de la juventud tiene su base a media altura de la cara y el ápice es el mentón.

Con el paso del tiempo, particularmente a partir de los 55 años, el triángulo se invierte de manera que la base se dibuja claramente en el borde inferior de la cara y el ápice, en la parte superior de la nariz, apunta a la frente: las mejillas pierden volumen, aparecen surcos nasolabiales profundos y la mandíbula se torna flácida. Esto es debido, por una parte, a la resorción ósea y la pérdida de grasa que reducen la prominencia de los pómulos y el volumen de las mejillas, y por otra, a la disminución del colágeno que merma la elasticidad de la piel, con resultado de flacidez y descuelgue facial, cambios todos ellos consustanciales al envejecimiento.

Qué son los hilos tensores y cómo actúan

Los hilos tensores son hilos finos, hilos de sutura reabsorbibles utilizados habitualmente en diferentes cirugías, que se colocan bajo la piel con el fin de lograr un efecto lifting y regenerar el tejido subcutáneo de la forma más inmediata y menos invasiva posible. Su introducción en la medicina estética, hace un lustro, ha supuesto una revolución de los tratamientos antiaging o de rejuvenecimiento.

En función del material con el que están fabricados, hay dos tipos de hilos tensores: los de ácido poliláctico y los de polidioxanona. Si bien la duración del efecto de ambos es similar, unos 12 meses, las técnicas de aplicación y sus características son, lógicamente, diferentes.

Con los antiguos hilos tensores de polidioxanona era necesario crear una malla de soporte mediante numerosos hilos (decenas) que, al provocar la fibrosis de los tejidos adyacentes, tensara la piel.

Recientemente, las nuevas tecnologías han puesto a nuestra disposición hilos que logran el efecto tensor con un número muy reducido de unidades: los hilos tensores de ácido poliláctico.

Estos hilos de ácido poliláctico tienen mayor capacidad de tracción gracias a los conos que incluyen en su estructura, los cuales aumentan la superficie de contacto del hilo con los tejidos logrando así que el reposicionamiento de los tejidos sea más inmediato y llamativo. Asimismo, el hecho de que los conos de los hilos de ácido poliláctico sean bidireccionales permite lograr un efecto lifting inmediato y discreto mediante la compresión del tejido y el estiramiento de la piel realizados manualmente por el especialista.

Además, al absorberse, el ácido poliláctico estimula la producción de colágeno en el tejido subcutáneo, lo que supone una acción regeneradora que restaura de manera natural y gradual los volúmenes deseados del rostro.

Es muy importante que los hilos tensores sean colocados por especialistas entrenados en la realización de las técnicas correspondientes a la aplicación de los materiales usados.

Estos especialistas tienen que ser también capaces de seleccionar a los pacientes adecuados, ya que los hilos tensores no deben ser utilizados en los siguientes casos: alergia conocida por sensibilidad de cuerpo extraño a biomateriales plásticos; presencia de material de relleno permanente; enfermedad cutánea o autoinmune; y septicemia o infección del tipo que sea. Tampoco se recomienda su aplicación durante el embarazo o la lactancia.

Recuperación del triángulo de la juventud con hilos tensores

En definitiva, los hilos tensores permiten al especialista redibujar el triángulo de la juventud en el rostro envejecido. No obstante, no es necesario esperar a que el triángulo se haya invertido: los signos de la edad se pueden empezar a paliar de forma eficaz y poco invasiva con hilos tensores a partir de los 30 años.

Cabe también resaltar que la intervención con hilos de ácido poliláctico se realiza en consulta, es indolora, dura apenas media hora y no deja ningún tipo de cicatriz, por lo que la vuelta a la actividad social del paciente es prácticamente inmediata.