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Caducidad en cosméticos

Seguro que después de pasar el confinamiento has podido reparar en que tu cuarto de baño parece una perfumería multimarca, y tu armario, una sección de Zara. La compra-impulso de la era A.C. (antes del Covid) también afecta a la cosmética. Algunas claves sobre su conservación te pueden ayudar a tomar decisiones.

Barras de labios de todos los colores, cremas que no recuerdas cuándo abriste, tres sérums sin empezar… ¡qué lío!

Te contamos cómo puedes hacer. Grábate esta información a fuego: los productos con una duración mínima de 30 meses no necesitan incluir la fecha de caducidad, según la actual legislación de la UE. Así que, si no anotas el momento de apertura, te puedes encontrar con una colección de productos con los que no sabes qué hacer, como es el caso. Atesorar cremas en el cuarto de baño es tirar el dinero, por no hablar del flaco favor que le haces a la piel mareándola y probando una y otra sin criterio. Cuando un producto se ha deteriorado, se nota porque cambia su olor, su textura y a veces su color. Entonces, lo mejor es tirarlo. Si ha caducado, aún podría funcionar, pero el fabricante ya no garantiza su efectividad. Es como llevar desgastados los neumáticos.

Para que no te caduquen en las narices

- Tira ya los productos que no recuerdas cuándo abriste.

- Pon etiquetas con la fecha de compra para saber cuándo empezar a contar.

- Lávate bien las manos antes de utilizar las cremas en las que utilices los dedos.

- Almacénalos en lugares cerrados y secos.

- Elige productos de ducha (geles, champús y acondicionadores) con pompa para que no les entre agua.

- Los cosméticos naturales que contengan bases oleosas, aléjalos de la luz solar y los cambios de temperatura.

- Conserva los perfumes en sus estuches originales, al abrigo de la luz y nunca en el baño para alejarlos de la humedad, una de sus enemigas.

- Prioriza la compra de envases “airless-pump” y los que contengan una espátula de aplicación.

Esto es lo que te quieren decir los iconos en los envases

Traducción de los más habituales:

- Triangulito de reciclaje con un número dentro y unas iniciales debajo, afuera: las iniciales se refieren al material del envase, y el número, a su densidad, más alta cuanto menor es la cifra.

- Círculo con letras: asegura que no lleva parabenos y/o sulfatos.

- Una mano sobre un libro: informa de que en una pestaña o prospecto adjunto encontraremos más información sobre su uso.

- Un tarro con un número dentro: el símbolo PAO indica el tiempo en meses que se puede utilizar el producto desde su apertura.

- Una especie de símbolo de euro al revés: solo aparece en los aerosoles e indica que ha sido fabricado bajo los estándares de calidad europeos.

Lo que te van a durar

Cremas y sueros

6 a 12 meses. Sin abrir pueden durar hasta 3 años.

Bases de maquillaje y polvos

1 año las bases líquidas y 3 los polvos.

Sombras, lápices de ojos y máscaras de pestañas

Si es en crema o gel, de 6 meses a un año. En polvo, hasta 2. Los lápices se renuevan al sacar punta, así que hasta 3. Las máscaras, de 3 a 4 meses.

Barras de labios

2 años.

Cosmética orgánica

Depende del cosmético y de la formulación. El PAO (etiqueta) lo indica en cada caso.

Perfumes

Una vez abiertos, 24 meses. Sin abrir pueden durar más de 10 años. Tienen más larga vida los perfumes que los “eau de parfum”, y estos más que los “eau de toilette”.

Esmalte de uñas

12 meses.

Geles de ducha y champús

Geles, de 12 a 18 meses. Champús, 2 meses.

Protectores solares

6 a 24 meses, según el filtro solar. Hasta 12 si son filtros químicos, y hasta 24 si son físicos.