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Las cicatrices… ¡ocultas gracias al ácido hialurónico!

Tanto los inductores de colágeno como el ácido hialurónico ya no solo rellenan arrugas. Es que las cicatrices también se hacen a un lado en su presencia.

Como lo lees. Y vaya por delante que para conseguir un resultado 10, la pericia del médico estético es clave. Hablamos con la doctora Paloma Borregón, una de las mayores eminencias del país en este campo. Dermatóloga y directora médica de la Clínica Kalosia by Paloma Borregón (‘kalos’ en griego significa ‘belleza interior y exterior’), sabe muy bien de qué habla cuando le preguntamos sobre cicatrices.

“Lo ideal aquí, como en tantos otros procedimientos estéticos, es combinar técnicas. En general, los pacientes creen que para cicatrices solo utilizamos los láseres, pero no es así: los rellenos y estimuladores de colágeno son grandes herramientas para eliminar marcas de acné, y además son complementarias”, dice la experta.

Dos complementos perfectos

Y es que cada uno tiene su función. Por un lado, el ácido hialurónico, levanta la piel de la zona que está hundida por culpa de la marca de acné, y el estimulador de colágeno hace que la piel esté más firme de manera que los hoyos no se hundan tanto y se disimulen. “Esa es la razón por la que, con los años, las cicatrices se notan más: la piel está menos tensa, y el estimulador va a crear debajo una malla de colágeno de sustento que va a hacer que no se vea tanto la marca. Además, de paso va a mejorar el aspecto de la superficie de la piel y su textura”, prosigue.

La técnica más matemática

El ácido hialurónico (AH) que se utiliza para estos trabajos es de un tipo específico que permite hacer una técnica que se llama ‘blanching’: “el relleno sobre ese hueco se coloca muy superficial (el efecto va a durar alrededor 1 año), pero como el AH también estimula el colágeno, la cicatriz va a mejorar sí o sí. Y si además queremos tener la piel más tersa para que se noten menos los hoyos, combinamos las dos técnicas poniendo primero el estimulador del colágeno para mejorar la piel, y a los 3 meses, el AH. Así, ya estás lista para un año. A las personas jóvenes que no necesitan estimuladores del colágeno, les ponemos solo AH. También lo podemos combinar con sesiones de láser fraccionado: primero el láser y luego, o a los quince días, el AH”, remata la doctora Borregón.

Cicatrices más profundas

El problema de algunas cicatrices es que, si hay fibrosis (tejidos de cicatrización en exceso que tiran de la piel hacia adentro), y como si fuera el ‘capitoné’ de la celulitis. En estas, nada más inyectar el AH se nota mejoría inmediatamente, pero solemos esperar al mes para que el relleno atrape agua y estimule el colágeno. Lo bueno de este tratamiento es que cuando el efecto del relleno se va al año, como se ha estimulado el colágeno, la mejoría es para siempre.
“A veces lo que hacemos es desbridar la cicatriz: mientras entro con la aguja, y aprovechando que el AH lleva lidocaína, intento mecánicamente (no solo con el relleno) mover la aguja bajo la cicatriz para despegar el tejido y que se liberen los tractos fibrosos. El resultado es maravilloso”, termina Paloma Borregón.