¿Estimuladores de colágeno o ácido hialurónico?
¿Cómo saber qué elegir? Te contamos lo que hacen ambos.
El universo de la medicina estética se ha sofisticado tanto y avanza a tal velocidad, que conviene tener las ideas claras antes de que se produzcan los cambios en la industria. Porque solo teniendo una buena información podremos tener las ideas claras para tomar buenas decisiones. Contando, por supuesto, con el asesoramiento de nuestro médico estético, que es el verdadero especialista, quien va a estudiar nuestras facciones, nuestros puntos débiles y el momento de envejecimiento en el que nos encontramos, porque no es lo mismo prevenir que abordar un problema que ya se ha instalado.
El colágeno es una sustancia que tenemos de manera natural en nuestro organismo, y que es el que da jugosidad, firmeza, soporte y elasticidad a la piel.
- Los inductores de colágeno
Si ya tienes cierta cultura estética, sabrás que el colágeno es una sustancia que tenemos de manera natural en nuestro organismo, y que es el que da jugosidad, firmeza, soporte y elasticidad a la piel, pero también a los cartílagos y a los tendones. A partir de los 25, cada año que pasa se pierde un 1%, y esa es la razón por la que, hagamos lo que hagamos, incluso con los mejores cuidados cosméticos y masajes del mundo, lo vamos a ir perdiendo. La piel se irá mostrando cada vez más seca y cuarteada y se notará más la ley de la gravedad en la piel. Los inductores de colágeno son unas sustancias inyectables que van a estimular la producción natural de colágeno y elastina del lugar donde el médico estético lo deposite. Lo que se va a notar en unas semanas (unas 8, que es lo que el cuerpo tardará en producir la cantidad necesaria de nuevas fibras como para que sean evidentes a la vista) es una reducción de las arrugas y la flacidez, además de retrasar el envejecimiento. Para que te hagas una idea, es como si te hicieras un mini-lifting, pero sin pasar por el quirófano. Además, este material es reabsorbible y totalmente compatible con el organismo.
- El ácido hialurónico (AH)
Una vez que la piel ha recuperado su turgencia, antes, durante o después, se puede utilizar el ácido hialurónico, que es una sustancia diferente (también se encuentra dentro de nuestro organismo de manera natural). Dependiendo de su peso molecular, nos va a permitir varias soluciones:
- Cuando el peso molecular es bajo o no está reticulado (más diluido), va a servir para dar una hidratación profunda e intensa a la piel a la vez que un extra de luminosidad que va a suavizar pieles fatigadas y aspectos de cansancio.
- Si el peso es más alto o reticulado (mayor espesor de sus moléculas), se utiliza para aportar volumen y realce en las zonas que más lo necesitan como pueden ser pómulos, o también para corregir la línea de la mandíbula, es incluso neutralizar volúmenes no deseados en zonas como la nariz.
En cualquier caso, es el médico estético el que hará una minuciosa valoración de las necesidades de la piel y el rostro de cada paciente. No dudes en consultarle porque él es tu verdadero coach de belleza.