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Esculpir el rostro

Entrevistamos a la doctora sevillana Carmen Danta, quien nos cuenta cómo ha cambiado la medicina estética gracias a la nueva generación de ácidos hialurónicos y, cómo no, también tras la pandemia.

Lleva 25 años haciendo lo que más le gusta, mejorar los rostros (y la vida) de las personas. Hoy es propietaria y directora de la Clínica Estética Marest (Medicina en Armonía con la Estética), ubicada en Sevilla.

¿Cómo ha sido la evolución de los diferentes ácidos hialurónicos a través de los últimos años?

Yo llevo 25 años probando distintos tipos de ácidos hialurónicos (AH). En general, los de alta gama lo que pretenden es ser más fáciles de inyectar, integrarse bien en la dermis, y provocar menos reacciones y menos efectos indeseables. Y lo consiguen.

¿Qué es lo que hace diferente a la nueva generación?

Sobre todo, su durabilidad, que es algo mayor. Me gusta mucho cómo se integra.

¿Qué aporta el ácido hialurónico respecto a otros materiales utilizados en medicina estética?

Que aporta muchísima hidratación a la piel y la hace más jugosa y bonita.

¿Cómo lo trabaja en su clínica?

El no reticulado, lo utilizo para hidratar la piel de cara, cuello, escote y manos, Y el hialurónico reticulado para dar volumen, reposicionar los volúmenes de los pómulos, bioplastia facial, hidratación y remodelación de labios. Lo uso muchísimo.

¿Cuáles son los trabajos más habituales que realiza con él?

Hidratación y remodelación de labios, y masculinización facial en hombres, remodelado de pómulos y de mentón, e hidratación facial.

¿Qué opinan las pacientes de los resultados?

Las que lo prueban, se enganchan, porque la piel se ve más elástica, con menos arrugas y depresiones y con los volúmenes corregidos, lo que hace que el cliente se fidelice.

¿Cómo es su paciente tipo?

La media está entre 35 y 55 años, pero tengo muchas millennials y mujeres de 80 y tantos años. Según la edad se usa un AH u otro. Mis pacientes quieren naturalidad, no desean sobrecorrecciones, sino efectos muy naturales.

¿Cómo ha cambiado la pandemia al sector de la medicina estética?

Lo ha disparado, porque nos hemos sensibilizado más acerca de nuestros propios rostros, haciéndonos reparar en las arrugas y la flacidez. Hay una demanda muy alta en este momento. Y además, la zona de los labios está viviendo un boom de demanda porque estamos aprovechando el hecho de llevar mascarilla para ocultar esos dos o tres días que puedes estar más inflamada o con algún hematoma. La mascarilla permite que nos retoquemos sin que se note, y eso es genial.