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Dr Moisés Amselem

Cómo pasar del “¿qué te has hecho?” a “¡Estás increíble!” con Moisés Amselem.

Cuando salen de mi clínica, se sienten contentas porque se ven bien y, sobre todo, naturalesDr Amselem

El verdadero secreto del buen retoque es que parezca que no existe. Al igual que ocurre con la limpieza o la educación, lo que importa es que no se la eche de menos. Y es que no hay nada que más nos incomode que la ya mítica expresión “!Anda, qué guapa estás, si no te reconocía!”.

¿Te suena? En realidad, nació para ser un halago, pero todas sabemos lo que significa. O como esa otra: “¿qué te has hecho? No sé, te has cambiado algo, estás distinta”.

El doctor Moisés Amselem, uno de los primeros espadas de la medicina estética en Madrid, siempre ha abanderado precisamente ese lema: trabajar para que a sus clientas solo les digan “qué bien estás” (si tuviera que hablar de las celebrities mejor retocadas, piensa en Scarlett Johansson y Charlize Theron). Y a pesar de que después no pueda hacerse eco de sus mejores trabajos (porque todo queda entre él y sus pacientes), ‘el resultado que persigo es una cara de vacaciones, de haber dormido bien o de estar enamorada de la persona adecuada. Se trata de restituir las pérdidas y no poner lo que nunca has tenido, sino mejorar lo que ya tienes’, dice el doctor. Y todo, siempre de la mano de retoques muy naturales a base de inyecciones de ácido hialurónico o inductores de colágeno. ‘Ya después, una vez recuperados los volúmenes perdidos y resituado las estructuras que han cedido con el paso del tiempo, yo lo complemento con lo que llamo redefinición facial 360º, que es la aplicación de los hilos tensores de conos’, prosigue el médico.

Moisés Amselem coloca, por regla general, entre 6 y 8 hilos en total para un rostro, y su duración es de un año. Amselem los desaconseja en personas que no tengan la densidad de tejido adecuada como para soportar la tensión y el volumen de los hilos. Y también en aquellas mujeres muy delgadas que tan solo tienen hueso y tejido, pero que carecen de grasa. Si esta brilla por su ausencia, ‘coloco inductores de colágeno 4 meses antes. Aquí tengo que especificar que estos últimos solo se pueden poner hasta los 65 años. A partir de esa edad, recomiendo solo ácido hialurónico. En el caso de los hilos, además de que ese estrés mecánico que provocan estimula el fibroblasto y produce colágeno, las características organolépticas per sé del material en el que están fabricados los hilos se consigue el efecto deseado. Y también los utilizo en el caso de la papada o el techo de la mandíbula’, concluye el doctor. En cuanto a la temporalidad del ácido hialurónico, el pico de efecto se produce a las dos semanas, mientras que, con el inductor de colágeno, este se produce a los cuatro meses y dura un año.
Al doctor, sus pacientes le piden luminosidad. Su carencia se produce porque se han pedido los planos (se soluciona con rellenos), se tienen imperfecciones (ácido hialurónico) o manchas (Luz Pulsada Intensa).

‘Cuando salen de mi clínica, se sienten contentas porque se ven bien y, sobre todo, naturales. Ven que se han quitado años y que son la mejor versión de sí mismas. Les gusta que les digan que están guapas. Y cada vez tenemos a más hombres en consulta’, termina el experto.