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Prevenir, mejor que reparar

Javier Lorente, director de las Clínicas Love, en Madrid y Barcelona, habla del tesoro de la medicina estética: el ácido hialurónico, y el momento álgido que vive esta profesión.

El nombre de su Clínica lo dice todo, y es que funciona como una declaración de intenciones. “Habla del amor hacia nuestros pacientes, a nuestro deseo de que siempre tengan lo que piden y que se encuentren cada vez más contentas”, explica. Formadas por profesionales con una extensa trayectoria, las Clínicas Love surgieron poco antes de la pandemia, pero la pericia de este gestor y el savoir faire de sus médicos hicieron el resto.

Lorente apuesta por la prevención. “Ya desde los 18 años, sería recomendable que las mujeres comenzaran a familiarizarse con los peelings y los tratamientos de hidratación en los labios, una zona que les preocupa especialmente”, confirma.

Cuando le preguntamos por el ácido hialurónico, una palabra que hasta hace nada no sabíamos pronunciar pero que ahora está en boca de todas las mujeres, explica que en medicina estética, en el 80% de los tratamientos está involucrado el hialurónico. “En algunos productos es la base, y otros lo llevan en trazas, como las vitaminas, en una concentración de entre un 12% a un 15%”. ¿Y los tratamientos más demandados? “Los labios, tanto el aumento, el perfilado y la hidratación”, revela. La hidratación se utiliza en casos de labios bonitos pero secos; el perfilado, para resaltar labios finos; y el volumen es capaz de cambiar algo más la forma, aportando volumen u otros parámetros como el ancho horizontal, el equilibrio de asimetrías o suavizar ópticamente el jaw line (la línea mandibular), que tiene que ir siempre acorde con los labios. “Para ello, hacemos un estudio con las medidas geométricas que mejor sientan a cada rostro”, detalla Javier. Estos tres tratamientos tienen una duración de entre 4 a 18 meses, dependiendo del ácido hialurónico utilizado, y solo requiere de 15 a 30 minutos en consulta, dependiendo si se trabaja uno o los dos labios. Por suerte, prosigue, “los efectos adversos de estos tratamientos se han reducido al mínimo con los nuevos ácidos hialurónicos, que son más seguros y fáciles de trabajar”, cuenta.

En segunda posición de popularidad y demanda se encuentra el tratamiento de pómulos, también con ácido hialurónico, así como los inductores de colágeno, más específicos para pacientes a partir de 35 años que quieren mejorar la calidad de la piel para presentar un aspecto más joven.

Además, los hombres no se han quedado atrás, sino todo lo contrario, ya que el porcentaje entre hombres y mujeres es de un 35% a un 65%, con evolución ascendente, sobre todo tras el confinamiento. Parece que las reuniones por Zoom y Teams han hecho de las suyas. En cuanto al presente y al futuro de la medicina estética, Javier Lorente opina que “estamos acabando por fin con el falso mito sobre que la medicina estética te cambia por completo, pues lo que hace es sacar la mejor versión de ti. El futuro, claramente es la armonización: cada vez más se van a dejar de hacer tratamientos aislados para proporcionar tratamientos globales”, concluye.