La virtud de mejorar sin transformar
A la doctora Juana Silva le apasiona la naturalidad, por eso la piel de la paciente es lo que le hace tomar todas las decisiones antes de intervenirlas.
A la responsable de Medicina Estética y Directora Médica de la Clínica Golden (Sevilla) y de la Clínica El Brillante (Córdoba) le fascinan los hilos, y en especial lo que pueden hacer para conseguir los famosísimos Foxy Eyes.
Doctora, ¿qué materiales utiliza para conseguir esa naturalidad tan importante para conseguir esos resultados tan naturales que le apasionan?
Utilizo sustancias que producen un tipo de colágeno muy parecido al que producimos nosotras de manera natural, el de tipo I. Lo que me hace decidir a la hora de elegir unas u otras es el tipo de piel de cada paciente. Y si tengo que reposicionar volúmenes, elijo entre los que dan un poco más de proyección. El material que yo utilizo generalmente para mejorar la calidad de la piel no rellena, sino que tensa, porque va produciendo colágéno poco a poco. Después ya lo combino en un 60% o 70% con hilos. A partir de los 50 años, redensifico primero con un inductor de colágeno, y a los tres meses, que ya tenemos redensificada la piel, reposicionamos con los hilos, que duran más de 6 meses.
A partir de los 50 años, redensifico primero con un inductor de colágeno, y a los tres meses, que ya tenemos redensificada la piel, reposicionamos con los hilos
¿Cuánto dura ese efecto flash de los hilos?
Es muy potente, pero no se mantiene en el tiempo, no llega al año como ocurre con un ácido hialurónico en labios o un buen inductor de colágeno, que dura mucho más. La duración, aunque no lo creamos, tiene que ver mucho con el estrés, que en general hace que la medicina estética dure menos, tanto el AH como la toxina botulínica. La razón científica es que el estrés genera más radicales libres, lo que incide negativamente en el envejecimiento. También depende de la cantidad: si no se pone la dosis adecuada de toxina, nos va a durar menos.
¿Cómo es el retrato robot de la primera paciente? ¿Qué necesidades tiene?
Cuando llega una paciente, divido visualmente la cara en tres zonas, tercio superior, medio e inferior. A veces quieren solo el surco nasogeniano, y se empeñan con eso mientras tú estás viendo que le falta pómulo o tiene una frente super arrugada. O a pacientes a las que les preocupa solo el código de barras, por ejemplo, pero a las que hay que hacerles un abordaje integral. Yo siempre empiezo por la frente, sobre todo si es primeriza, comienzo con toxina botulínica porque se va a notar algo en 5 o 6 días. Miro los tercios y su morfología ósea. Si la tienes definida, sobre todo en el ángulo mandibular, vas a tener más flacidez. Entonces le hago su tratamiento y luego vamos por zonas. La millenial viene sobre todo por temas de acné, marquitas y aumento de labios. Y la razón está en las redes sociales, por culpa de los filtros de Instagram. Por eso ellas buscan resultados más llamativos, más voluptuosos.
La millenial viene sobre todo por temas de acné, marquitas y aumento de labios. Y la razón está en las redes sociales, por culpa de los filtros de Instagram
¿Y las mujeres a partir de 50?
Ellas han vivido la era de la silicona, y ahondan mucho en la naturalidad, no soportan que se les note, así como la millennial quiere que se le note. Y normalmente acuden por flacidez, porque de un año para otro, la cara se puede haber caído. Sobre todo del tercio inferior y medio. Las que se acaban de divorciar empiezan a ponerse de todo. Pero las casadas también. Después hay pacientes Hay mujeres con dismorfia (se ven feas y son divinas) por falta de autoestima y de compararse constantemente.